martes, 17 de febrero de 2009

Cinco minutos en un cerro de Villa María del Triunfo


Ya había oscurecido cuando llegamos al AAHH Edén del Manantial de Villa María del Triunfo, por más que nos esforzamos en aparecer como si no fuera culpa nuestra haber llegado tarde por casi dos horas, llegamos cargando la prisa y algo de mala suerte rumbo a este lugar.

Cuando Efraín (amigo desde la época universitaria), responsable del proyecto 5minutos5, me pidió le apoyara en la última proyección de la campaña de VMT pues él debía viajar al interior del país, me imaginaba llegar con las mínimas comodidades, de hecho quería ir directo al lugar, pero había que esperar la camioneta de la municipalidad (institución que trabajó junto a 5minutos5).

Pero ellos llegaron tarde al punto de encuentro y encima una llanta reventó a pocas cuadras del viaje. Había que buscar un llantero porque el Edén del Manantial es una quebrada donde el único camino es una trocha en pendiente ascendente, así que se necesitaba una buena máquina para llegar con toda la carga. Al final subí a la tolva entre sillas y parlantes y demás materiales a usarse en la proyección.

Viajé peor que una res rumbo al matadero, pero no es mi intención quejarme pues sé como se viaja en los pueblos más alejados de las provincias del país, donde lo único que llega es un camión una vez a la semana; ya sé de esos viajes, es una aventura que recomiendo a los que les gusta las emociones fuertes y tengan el físico para soportar horas de horas el maltrato al cuerpo.


Días antes había asistido a la proyección de 5minutos5 en la Plaza de Armas de José Carlos Mariátegui, VMT, pero esta es una zona urbanizada del distrito así que lo interesante era ver lo que pasaría en una las zonas más alejadas como el Edén del Manantial. Lugar donde cada invierno se registra las temperaturas más bajas de Lima, y donde se sufre una humedad que mina los huesos de los que viven allí. Tal vez recuerden que cada año los canales de TV van a este lugar para mostrar las condiciones difíciles de vida, humedad, lluvia, pobreza, falta de postas médicas etc.

Entonces ver la respuesta de este público ante la proyección de cortos cinematográficos, de verdad me interesaba y así salió una breve aventura por la Lima que no aparece en las guías para turistas, y que para suerte de nuestros gobernantes estuvo lejos de los ojos de las comitivas del APEC. Es que hay que mostrar que somos una ciudad donde cada vez hay menos pobreza, y así hacer feliz a nuestro mofletudo presi y al mudito chiclayano.

Mientras vamos llegando al Edén del Manantial la gente nos observa como si fuéramos animales raros. Ver una camioneta del serenazgo por estas zonas llama la atención. Es importante hacer sentir a la gente que el gobierno local sí llega a las zonas más alejadas, que son importantes y que se va a trabajar mano a mano para mejorar la calidad de vida. Eso, imagino yo, lo debe saber muy bien el alcalde.

Al llegar nos recibe el reclamo de las dirigentes del Módulo Comunal, no podemos defraudar la expectativa de las decenas de niños que esperan hace horas, nos dice. Todos se arremolinan a la camioneta. Entonces un gesto de un niño de unos seis años me desarma, se me acerca y me abraza como si supiera que fuera a darle algún regalo. Respondo igual y le digo que hay que ser ordenados y que en 5 minutos empieza la función.

Se dice que todos los días alguien descubre el cine, no sé si esa noche del 28 de enero más de un centenar de niños del Edén del Manantial lo descubrieron en su esplendor, pero tratamos de acercarnos a ello. Sin más preámbulo se proyectó primero algunos cortos animados para niños, luego otros de contenido para un público más joven, y al final uno de los mejores cortos del 2008, Danzak, filmado en otra zona pobre de VMT, Tablada de Turín.

A diferencia de la proyección en la Plaza de Armas de JCM, aquí nadie se fue hasta el final y por el contrario se iban sumando más público que llegaba de trabajar, ya sea luego de una larga caminata de varias cuadras polvorientas desde el último paradero de combis, lo que puede ser más de un kilómetro de caminata hasta la última casa, a riesgo de ser asaltado por alguna pandilla.

Alguien del área de Cultura de la municipalidad me comenta que aquí no llega muy bien la señal de TV, ni pensar en el cable, hay electricidad a medias pero no hay servicio de agua y sólo los que tienen reproductor de DVD pueden ver películas. Trato de comprobar algo de lo que me dice e intento hacer una llamada desde el celular, la señal se corta y es imposible. Hay que buscar cuadras más abajo un teléfono público.

Lo primera idea que tenemos del cine son las imágenes, pero está también todo lo que rodea a una exhibición. Algunos recuerdan su primer acercamiento al cine a través de los llamados cine de barrio, otros lo harán con estas muestras itinerantes como lo hace 5minutos5.

La idea era contar el trabajo detrás de 5minutos5, y hasta dar una mirada pintoresca al asunto, pero al final salió una interesante experiencia sociológica donde una vez más lo que hay detrás de este tipo de proyectos es más interesante que la aparente formalidad; que a manera de ensayo sería decir 5minutos5 busca difundir el cortometraje nacional, a fin de crear un acercamiento positivo con el público de las zonas emergentes. Descentralizando así la propuesta audiovisual como actividad artística y cultural, pero 5minutos5 no pretende ser solamente una proyección sino que busca generar la discusión y la reflexión entorno a los temas tratados en los cortos, historias que hablan de nosotros mismos, de nuestra idiosincrasia, de nuestras virtudes y defectos.

Quedan grabados para la memoria la respuesta de los niños y de los adolescentes, sus risas como respuesta a las escenas de los cortos animados donde la violencia representaba una situación, como si esta fuera lo normal en sus vidas. Queda para la reflexión la sonrisa socarrona de los adultos y adolescentes cuando veían el corto donde se trataba el tema de la viveza criolla, sino eres ‘mosca’ en esta ciudad te comen con zapatos y todo, entendiendo por ‘mosca’ al tipo criollazo, el que se las sabe todas, y que vive en todos nosotros, desde los que habitan lujosos edificios del Golf de San Isidro hasta las chozas del Edén del Manantial.

Como corolario hay que recordar que la Asociación Cultural 5minutos5, tiene como una de sus principales actividades el Festival Itinerante de Cortometrajes que recorre desde el 2005 los conos de Lima. Esto es posible gracias al apoyo del Centro Cultural de España y de diversas instituciones como municipalidades y organizaciones vecinales. En palabras de Efraín 5minutos5 es: “Un honesto interés por difundir el arte audiovisual en sectores donde la actividad cultural propuesta por Lima, no llega”. Pueden buscar más información en www.5minutos5.blogspot.com

Algún despistado puede pensar que detrás hay un interés económico, pero no es así pues hay que buscar el material a proyectar entre los realizadores y pedir su permiso para la exhibición, sin retribuciones económicas de por medio pues al público que se llega no se le puede cobrar nada, pues se recortaría su presupuesto para vivir, ellos no tienen para gastos extras sino para lo elemental como es alimentación y servicios básicos.

Al final me queda una curiosidad, el afán de las personas por llamar a los lugares por lo contrario de lo que es; el Edén del Manantial está lejos de ser ese paraíso terrenal, por el contrario se parece más a un conjunto de cerros de piedras y arena, donde los hombres se resisten a dejarse vencer por el mortal frío del invierno y el calor asfixiante del verano.

lunes, 16 de febrero de 2009

sábado, 7 de febrero de 2009

La historia de un chato llamado Tom Cruise que quiso tener algo con una Valquiria



Nunca he comentado una película por escrito. He conocido a algunas personas que ejercen la crítica de cine, algunos me han parecido unos pedantes de primera, otros les gusta descalificar a los que lo hacen y no forman parte de la camarilla pues consideran que esa es una tarea para una elite non plus ultra, otros me han parecido divertidos, pero los mejores son los que no la escriben sino que te la dicen en una cantina o circunstancia parecida.

El 3 de febrero Fox invitó a la prensa al pre estreno de Operación Valquiria. Un amigo involucrado en el negocio del cine me invitó y no podía decir no. Una presentación para poco público, donde no suenan celulares, no se oye el cuchicheo del público y el desagradable sonido de los que van al cine a comer. Una presentación con todas las gollerías que los críticos se ‘merecen’. Aunque en plena exhibición algunos tíos hacían chistes relacionando las escenas del filme con la realidad local, no sé si ese sea un buen síntoma de lo que le va a pasar en la taquilla al filme, en fin quien soy yo para criticar a los críticos. La película se estrena a nivel nacional el 12 de febrero.

Operación Valquiria

Debo decir antes de iniciar este comentario que Operación Valquiria no debe dejarse de ver por los amantes del cine histórico, y por toda clase de público. El filme no es malo (ya con eso es más que suficiente) y es un buen ingreso a nuestra alicaída cartelera; y al público exigente le digo que la vea y luego comente. Para mayores datos el primer minuto condensa lo que va hacer el espíritu de la película.

Operación Valquiria es la reciente película de corte histórico dramático del director Bryan Singer, filme que más allá del nombre mitológico pretende llevarnos al interior de una atmósfera clandestina de complot vivida en Alemania en plena Segunda Guerra Mundial; donde para un grupo de militares contarios al régimen nazi, matar a Hitler se ha convertido en la última esperanza de salvar al país de la destrucción.


Al final este intento es fallido y la historia de la guerra ya la sabemos, pero el filme corre también esa suerte, no es rotundo en su performance por adentrarnos en esta atmósfera de maquinación por un mal llevado protagonismo de Tom Cruise, quien encarna al Coronel Claus von Stauffenberg, oficial alemán que el 20 de Julio de 1944 hace estallar una bomba durante una reunión de oficiales donde se encontraba Hitler, pero finalmente éste no muere.

La película recoge uno de los episodios menos conocidos de la Segunda Guerra Mundial, un atentado contra Hitler organizado dentro del mismo Ejército alemán. Con el desarrollo del filme vemos que la historia cae en lo convencional, pareciera que los productores y el director priorizaron la figura de Cruise sobre el personaje, pues éste no logra convencernos con una interpretación plana que carece de una complejidad emocional que debiera llevar un disidente político que se juega el todo por esta operación; más allá de mostrar una mano amputada y la falta de un ojo, aspectos que tal vez debieron explotarse más.

Tal vez faltó enfatizar el desgaste físico y humano, e incidir más en crear un suspenso más elaborado llevando la tensión entre los personajes al límite, por momentos algunos de ellos pierden el horizonte y pasan de una manera caricaturesca de oficiales superiores a subordinados de un Stauffenberg (Cruise); con el fin de darle el mayor protagonismo a un personaje que se pierde entre interpretaciones estándares de filmes de Holliwood.

Uno de los fuertes del filme que duda cabe es el elenco, destacando las muy buenas interpretaciones de Kenneth Branagh (Mayor General Henning von Tresckow), Bill Nighy (General Friedrich Olbricht), Tom Wilkinson (General Friedrich Fromm), Eddie Izzard (General Erich Fellgiebel); completan el reparto principal David Bamber (Adolf Hitler), Carice van Houten (Nina Von Stauffenberg), Matthias Freihof (Heinrich Himmler), Christopher Karl Hemeyer (Major Bunker).

Otros aspectos rescatables de la película es la puesta en escena, que sin caer en excesos cumple un buen papel. La fotografía cumple también un buen rol, resaltando el rojo en las escenas donde se muestra el esplendor del Tercer Reich (el rojo era el color simbólico del Partido Nazi y representa el básico sentimiento sanguinario de este régimen), así ha dicho el director de fotografía Newton Thomas Rigel. Otro lado que sobresale es la música, aunque algunos toques wagnerianos habrían creado una mejor atmósfera para algunas escenas; pero poner la Cabalgata de las Valquirias donde se ha puesto crea un efecto forzado, más aún con un manejo de cámara manido que hace recordar la escena final Un horizonte muy lejano (1992, Ron Howard), donde Cruise actúa con Nicole Kidman.

Algunos puntos flojos del filme son algunas escenas que caen en lo melodramático, como el fusilamiento del ayudante de Stauffenberg, o la despedida entre éste y su esposa (Carice van Houten), a la que se le da pocas líneas y más parece un papel sin importancia cuando debió explotarse más este personaje para crear más tensión. La historia tampoco toma en cuenta al hermano de Stauffenberg, otro militar que apoyó en la conspiración. Habrá que ver que ha dicho el público alemán sobre esta adaptación, pues ellos han hecho una versión donde tratan de manera distinta la intensidad dramática entre los personajes.

Aunque el guión pretende armar una buena historia al final cae en una sobreexposición del personaje de Cruise, tal vez para que el filme descanse todo el peso en este actor; pero eso funciona mejor en películas como Mision imposible.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

La navidad de los descamisados


Quizás a nadie importe lo que quiero contar, de hecho más de uno dejará de leer este texto con tal advertencia de entrada, pero me he prometido a mí mismo terminar esta historia que lleva un año de retraso. Estos días de navidad todos reciben correos electrónicos que muchos no leen (por ser publicidad o mensajes de origen desconocido), así que he querido reflexionar a mi manera sobre esta fecha a partir de un día de compras, que no he repetido este año menos mal. Para darme valor o inspirarme a escribir sobre este tema he dejado de lado el rock y escucho la Novena Sinfonía de Beethoven mientras la escribo (ya puedes irte a otro blog si deseas).

Diciembre 2007

Voy a contracorriente como el salmón que viene del mar a dejar su vida en el lecho de un río (sólo que no me aparearé). ANTÍPODA Del lado contrario tengo frente a mí a miles de agresivos compradores de los días previos a navidad. Estoy entre el Mercado Central y Mesa redonda, ¿me pregunto cómo diablos estoy allí si odio hacer compras navideñas?, además de caminar por estas calles apretado como pasajero de combi; pero ya es tarde y hay que joderse nomás y tratar de sacar algo bueno de esto. Me pregunto qué puede ser; “reflexiona hombre, reflexiona”, así diría la paisana Jacinta.

La navidad debe ser la época del año que guarda las más complejas situaciones humanas del mundo (al menos en Occidente), es de alguna forma un mosaico pegoteado de contrariedades. Se supone que es momento de compartir algo más que la mesa, una especie de armisticio o jubileo. ¿Pero en verdad bajamos las armas por esos días o es todo parte de una bien montada farsa de nosotros mismos? Sin ánimos de conflictuar con mis divagaciones creo que navidad es una fecha de pequeños y grandes dramas, es mi sincera percepción de las cosas.

No es mi intención defenestrar el espíritu de esta fiesta, que no puedo negar me trae momentos felices de mi niñez, aunque no precisamente en el sentido religioso sino más bien por el de recibir regalos y andar en la calle hasta altas horas de la noche reventando cohetecillos con la más grande candidez. Lejanos días de vivir peligros actuales como las ‘mamaratas’ que han creado hoy día nuestros ‘amigos’ pirotécnicos. Pero como dice uno de los más grandes de Nueva York, Billy Joel, “I go to extremes”; o sea ahora salgo a la puerta de mi casa cuidando de que no me caiga del cielo algún artificio pirotécnico que me deje más ‘chancadito’.

Vuelvo a Mesa Redonda. Si quisiera ponerle soundtrack a este jodido día de compras por estas galerías sería la canción: “Cuando respiro en tu boca” de Lucybell, pues tengo a todos los vendedores casi sobre mí queriendo venderme hasta sus almas. Por suerte encontré rápido lo que vine a buscar, pero como vine acompañado de mi adolescente prima C debo esperar que ella termine de comprar, entonces me entero que esta niña busca un nacimiento navideño, no para ella sino para otra persona; me doy cuenta que he traído mi propio caballo de Troya. Todo hombre sabe cuan ‘jodido’ es salir de compras con una mujer, sólo son placenteros los días en que uno está detrás de conquistar a una y quiere que el tiempo pase lento para estar más tiempo con ella; luego ya es insufrible cuando se demoran 3 horas en decidirse por algo que uno lo haría en cinco minutos. Acúsenme de machista si quieren pero qué le vamos hacer.

C sabe y presiente que voy a dibujar una sonrisa socarrona luego de saber que este día de compras demorará más de la cuenta. Ya es tarde para mí y tal vez lo bueno de esta agitada mañana es conocer algo de los famosos nacimientos navideños. Los hay de todos los precios, tamaños, colores etc. Ese día aprendí que el conjunto formado por las figuras de la Virgen María, Jesús, José y los Reyes Magos, se llama ‘El Misterio’.

Y encontrar el Misterio adecuado para cada uno es tarea que debe hacer la misma persona, pues representa de alguna manera la concepción estética de tan importante momento de la cristiandad. Craso error dejarme a mí esa tarea, yo que nunca he armado un nacimiento en mi casa, ni siquiera pongo la bandera en el techo de mi casa por 28 de julio. Eso de hacer las cosas por decreto como que nunca ha ido conmigo, y así me siento mejor, no hacer caso a la banderita de los burócratas. Pagando mis impuestos creo que hago mejor que muchos mofletudos que se creen mejores que uno por poner banderitas mientras evaden pagar impuestos.

Ando caliente como un beduino del desierto, esto de comprar regalitos navideños como que no va conmigo. Tal vez seamos los que encasillan como los ‘Grinch’ de la navidad. No odiamos la navidad pero tampoco nos pone alegres, no estamos preocupados por la cena ni por llamar a medio mundo para saludarlo por este día. Algunos me miran de reojo cuando les digo esto en persona. Tal vez como el ‘Coyote’ nunca llegamos a la hora, ni al lugar ni en el momento preciso.

Aún así no es mi intención que la gente deje de disfrutar esta fecha. Háganlo pero no digamos ni nos quieran hacer creer eso de que la navidad es el mejor día del año. Hay que darle el significado preciso a las cosas. Lo sagrado es lo sagrado y poco tiene que ver con que nos llenemos de compras. Como todos los años saludaré a cada miembro de mi familia y algún amigo que vea por allí, yo no soy católico así que no es mi costumbre regalar saludos por allí, y eso de saludar por saludar como que es medio hipócrita.

DICIEMBRE 2008

Años atrás en mis paseos con la cámara en ristre, visité a mi amigo de toda la vida M, además de ver su nacimiento navideño no pude dejar de tomar la foto que usted puede ver en este post. Aquel descamisado es A, el hermano de M, un tipo con el cual todo es risa y buen humor. Para hacerle justicia a A debo decir que es el mejor imán para cargarse de buena vibra. Quizás en navidad vaya a visitar a M, que desde hace un tiempo vive solo porque toda su familia se ha ido a vivir a distintas partes, y debe ser torturante una casa inmensa donde la soledad nos aplasta.

Para terminar debo decir que el más grande descamisado de todas las navidades o navidad que me quede de vida, soy yo.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

REM: LOVE YOU LIMA




Lo que todos pensábamos y decíamos de REM se percibió en aquel momento de manera inmediata. Estábamos a punto de escuchar a una de las bandas de rock más importantes del mundo, y eso no es poca cosa para nosotros que recién estamos conociendo de estas mieles. Michael Stipe es alto, delgado y viste elegante para la ocasión; nosotros estamos en estado de contemplación pero saltando, gritando, coreando, bailando frenéticamente, haciendo lo que sea que nos haga felices por estar allí.

Antes pasó algo raro, todos esperaban ansiosos la aparición de REM, habían pasado ya las olas en las tribunas y la gente empezó a silbar de impaciencia. De pronto las luces se apagaron y sin presentación previa el sonido vigoroso del grupo se ‘desparramó’ ante todos. Al principio el griterío inicial fue la respuesta del público, pero luego quedó en estado de ‘parálisis’ ante la fuerza del grupo que nos enrostró aquello que los seguidores del grupo esperábamos hace muchos años.

Michel Stipe saludó al público luego de cantar la tercera canción: "What's the frecuency Kenneth", tema que marcó el inicio de la algarabía del público peruano, y de los muchos turistas que habían en el estadio, además de los que viajaron desde distintas partes del país para estar presentes; es que cuando uno quiere vivir la historia vale el sacrificio, para luego contar a los amigos yo estuve allí.

Lo que vivimos esa noche es imborrable, el valor de las entradas es nada frente a lo que hemos recibido. Pero siempre hay personas que no pueden asistir por x motivos, para ellos va esta crónica (recuerdo que yo no pude ir al de Björk el año pasado). Fueron casi dos horas con el corazón en la mano y el porro y la chela en la otra, además del abrazo y el beso furtivo como historias del sound track de esta película que ganará en todos los festivales donde lo presentemos (de todo hubo E, hasta silencio en el momento preciso, pues es allí donde creamos las cosas más grandes “para que al fin puedan surgir majestuosas y perfectas a la luz de la vida”).

Nada hay en el mundo tan hambriento de belleza como es el alma humana. Y la belleza está en todas partes, sólo hay que buscar para verla, sentirla, vibrar, cantarla; cantarla como las más de 35 mil almas que fueron los afortunados de asistir al concierto del año en Lima, REM. Había que estar allí para oír los sonidos de cada corazón multiplicado por miles, acaso había que hacer realidad el título de la primera canción de la noche “Vivir bien es la mejor venganza”. La noche y la música del grupo era la patria de todos, canción a canción la temperatura subía hasta hacer del viejo Estadio nacional un cajón de resonancia que vibraba al son de cada ‘corazón electrolite’.

La performace del grupo estuvo impecable. Michael Stipe, Peter Back y Mike Mills, dieron lo mejor que un público nuevo podía esperar de ellos. Pudimos ver a Stipe saltar y bailar -en un momento de espaldas al público- por un instante creí ver el famoso baile del video de “Losing my religión”. Quien creería que había que esperar tantos años para verlos cantar en vivo acaso su más conocida canción. Recuerdo haber visto el video de la canción en un programa de América TV los sábados en la noche. Como olvidar toda esa iconografía religiosa que me hizo pensar tanto en 1991, si tuviera que ponerle música a mi proceso de alejamiento del catolicismo sería esta canción, que luego en mi época sanmarquina busqué su traducción para estar seguro de qué se trataba esto; con el tiempo perdí una religión y gané otras cosas.

La lista de canciones del concierto fue precisa, tenía los éxitos más conocidos de los ochenta como “The one I love”, “It’s the End of the World As We Know It (And I Feel Fine)”, y el contagioso “Orange crush”. Canciones que hicieron pogear al público e hicieron llegar al climax del concierto.

“¿Quieren más REM?” escribió Stipe en un letrero que la cámara mostró al público en un intermedio del concierto, lo que generó la más efusiva respuesta. “No los eschuchamos” fue el siguiente letrero, y la respuesta del respetable fue un vocerío más estridente. En ese momento aproveché para hacer bromas con mi amigo M, quien dijo que Stipe dijo que no nos ‘enchuchaba’, y yo recordé ese término jerguero que usa tanto mi amigo I para denotar enojo. Ojalá hubiera podido hacerle estos chistes a mi amiga lingüista L que estaba en otra parte del estadio, con todas sus vertientes sociolingüistas. Al menos para eso me han servido dos semestres en esta carrera.

Un momento de total emoción fue cuando Stipe bajó del escenario (lo hizo dos veces) para saludar al público, para luego subir con la bandera peruana que alguien le había regalado. El momento que yo más esperaba era escuchar “Everybody Hurts”, fue una especie de ‘La guerra y la paz’ pues vino inmediato el frenético “The One I Love”. En este momento el estadio se vino abajo. Otro momento cumbre fue el esperado "Losing my religion". Personalmente disfrute a rabiar con las interpretaciones de “Imitation of life”, “Electrolite” y “Man On The Moon”.

El concierto empezó a las 10:10 pm (para algo me ha servido la manía de ver el reloj cada cierto tiempo), y terminó casi frisando la medianoche. En un momento del concierto Stipe se dio tiempo para hablar sobre Barack Obama, el nuevo Presidente de Estados Unidos, y se mostró visiblemente emocionado por el nuevo mandatario y dijo que sentía vergüenza por el desastre al que ha llevado Bush al desatar tantas guerras en el mundo.

Es difícil a veces describir aquello que nos pasa en este tipo de vivencias, uno se ensimisma y explota por dentro si es que no lo ha hecho ante los demás; creo que el concepto de silencio activo y pasivo que leí hace poco del escritor belga Mauricio Maeterlink grafica mejor esto. Eso de que el silencio produce miedo es atroz, imaginemos el silencio multiplicado de una muchedumbre; pero lo que vivimos en el concierto está en las antípodas por suerte, gracias a la vida que nos ha dado tanto esa noche, casi dos horas de éxtasis que nos ha hecho olvidar lo que sucede fuera de los muros del estadio, la puta política y la vida de mierda que algunos sufren más que otros.

Noviembre se ha convertido en un mes de grata recordación para los amantes del rock, el año pasado, precisamente el 13 de noviembre, se presentó Björk, ante menos público que REM, pero estaba aquí en Lima, y este 14 de noviembre el grupo de Georgia nos regalo, creo a mi modesta opinión el concierto del año.

Momentos importantes del Lima Hot Festival

La presentación del grupo escocés Travis fue sencillamente un derroche generoso de energía y empatía con el público, que tal vez en su mayoría no los conocía a profundidad, pero sin duda dejaron una buena impresión. Los escoceses tocaron temas como "Sing", "Closer", "Turn" y “Why Does it Always Rain on Me?”; y las canciones de su reciente trabajo discográfico "Ode to J. Smith". Los mejores momentos de esta presentación fue cuando el cantante y guitarrista del grupo se metieron entre el público. Ojalá regresen al país, ya sabemos de lo que son capaces.

Abrieron el festival los nacionales Turbopótamos y Cementerio Club, quienes empezaron a calentar la noche con lo mejor de su repertorio. Personalmente me quedo con “Barco viejo” de Cementerio Club. Aunque los grupos nacionales tuvieron algunos problemas con el sonido sacaron adelante su performance.

Punto aparte fue lo expresado por el vocalista de Cementerio Club al calificar de música basura al regatón y a la cumbia de moda, creo que estos ritmos tienen su público pero son los medios quienes se han encargado de atosigarnos hasta la intoxicación con estos ritmos, es el afán mercantilista lo que ha arruinado la esencia de la cumbia, sobre el regatón que podemos decir, sólo suscribir lo dicho por el vocalista de Cementerio Club.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Reflexiones de un periodista que olía a zorrillo


Hay que tener buen estómago para ser periodista y ganas de joder (de la acepción molestar) a medio mundo con el fin de conocer la verdad; ¿Cuál verdad? He allí el problema de este trabajo. Conocer la verdad es todo un tema filosófico, cada uno tiene su verdad; sino vean la película ‘Rashmon‘ de Akira Kurosawa, donde un mismo hecho (un asesinato) es contado por un ladrón, la mujer de la víctima, el fantasma del asesinado y un testigo, al final todos dicen su verdad, no hay una sola, hay varias. Pasa igual con la objetividad, es difícil lograrla porque siempre habrá una posición distinta que borre la asepsia total de la famosa objetividad.

En este trabajo hay que luchar contra muchas cosas, una de las más difíciles es lidiar contra una parte de la humanidad que no tiene aspiraciones intelectuales, y se contenta con que en las primeras páginas haya escándalos (mientras más escabrosos mejor). Si tuviéramos mejor educación esto cambiaría, pero también es verdad que el morbo por el escándalo está en el primer mundo y no sólo en países tercermundistas.

El periodista debe luchar contra el tiempo, las notas son para hoy y la profundidad es dejada de lado muchas veces. Eso lo viven a diario los periodistas de a pie, aquellos obreros de la información que recorren las calles a veces sin nada en el estómago y el estrés carcomiendo sus mentes. Además de ser mal pagados y maltratados por los personajes públicos como el Presidente Alan García, que se enoja cuando alguno le hace una pregunta que no le gusta pero que el público desea saber su respuesta. Entonces hay que resistir las actitudes abusivas de un tipo que muchas veces se cree una especie de ser divino, pero que ha olvidado que una de sus funciones es servir y no que todos le digamos ‘chi cheñor’; para eso ya tiene de sobra en el partido de la estrella.

He leído hace poco en un libro de la Fundación de Nuevo Periodismo Iberoamericano algunas reflexiones de Gabriel García Marquez: “Cuando empecé en este oficio tuve grandes maestros que no me perdonaban un adjetivo fuera de lugar. Los jóvenes de ahora escriben a la buena de Dios. Nadie tiene tiempo de enseñarles”. Yo agregaría que encima los jóvenes están en la universidad aprendiendo un estilo de periodismo que se está dejando de lado, las nuevas tecnologías nos arrollan a diario. La pirámide invertida se va a quedar para los diarios tradicionales, y los blogs van a terminar de imponerse (si no lo han hecho ya) en un sector importante de los consumidores de información.

Recuerdo en San Marcos a mi maestro, Manuel Jesús Orbegozo, insistir hasta el hartazgo en que el estudiante de comunicación aprenda a redactar y no usar una palabra fuera de lugar (los adjetivos sólo en estricta necesidad y sin abusar en el número), además de informar con honestidad, conceptos que están demás decir para los que respetan su trabajo. Recuerdo también con aprecio a mi ex jefe de informaciones del turno tarde en La República, César Terán, quien en mi cara borró una nota mía para rehacerla en mi cara en pocos minutos (el velorio de Pastorita Huaracina, donde él estuvo de asistente).

“Hay que informar cosas nuevas y nada de refritos”, decía Terán. Al principio le tenía bronca pero luego aprendí que uno debía ser así en este oficio. “Hay que leer de todo en todo momento, yo leo poesía en el transporte, eso ayuda a la hora de redactar”, decía. Del jefe de la mañana Percy Ruiz, también aprendí mucho y le guardo un buen recuerdo. Hay infinidad de anécdotas y el tiempo es corto, algún día sería bueno escribirlas. Pero pueden darse una idea del mundo del periodista leyendo la novela de Jaime Bayly “Los últimos días de la Prensa”, creo su mejor obra.

En este trabajo uno va recorriendo la ciudad, el país, el planeta en busca de la noticia y a veces la noticia lo encuentra a uno, entonces hay que estar siempre preparados (así no trabajemos en un medio), para eso ya tenemos los blogs, una herramienta maravillosa para los comunicadores.

Los periodistas en su mayoría –no sé si todos- aspiran en el fondo a ser escritores; de hecho las noticias del día a día viene a ser la historia del presente, que servirá en un futuro a los historiadores para descubrir las claves que expliquen los hechos con la visión de la historia, sin prisas; sin tener encima de uno al editor presionándonos contra el cierre. Recuerdo a un ex jefe gritar “Notas, notas, notas”; y con vergüenza debo reconocer que en ese tiempo demoraba mucho en terminar una simple nota de locales, tal vez uno pensaba que escribía una crónica que tenía que entregar al día siguiente y se daba el tiempo para adornarse lo más que podía; pero en algunos diarios no todos tienen computadoras para cada redactor, y hay que apresurarse.

Lo mejor que le puede pasar a un periodista es escribir sobre el tema que conoce y le gusta, y cobrar por ello como un free lance. De allí la lista de periodistas especializados en economía (que a mí me atrae poco), ecología, analistas políticos. Cabe mencionar también a los famosos corresponsales de guerra, desde los periodistas de CNN que transmiten en directo desde el interior de los tanques Norteamericanos, que disparan a todo iraquí que se cruce en su camino, convirtiendo en héroes a sus soldados y haciendo creer a sus televidentes que la guerra es un juego de video.

Pero también están los corresponsales de guerra que se la juegan la vida en las calles con el riesgo de morir en un ataque o de ser secuestrados, estos son los que informan otras caras de la noticia (muchas veces distinta a la de CNN). Algunos ejemplos de corresponsales, el escritor Ernest Hemingway, Winston Churchill fue corresponsal en Africa antes de ser uno de los mejores estadistas del siglo XX, Ryszard Kapuscinski, y un peruano, Manuel Jesús Orbegozo.

La vez que un periodista fue a una conferencia oliendo a mierda

Era época de circos en Lima, entonces tuve la comisión de acompañar a una inspección preventiva con la famosa fiscal de prevención del delito, Julita Pachas. Había que ver el estado de los animales de algunos circos de nuestra ciudad. Entonces uno se trepa cual Indiana Jones en la parte posterior de la camioneta de la Fiscalía con su fotógrafo, y va junto a los practicantes de veterinaria en medio de chistes para hacer más pasadero el viaje hasta San Juan de Lurigancho.

Al final de la comisión uno se queda con el fuerte olor que los animales tienen, entonces pasa lo que es común, hay que pasar de locales a política en un santiamén, ir corriendo a una presunta reunión de emergencia de Consejo de Ministros, al menos eso entendió desde el diario mi fotógrafo, quien recibió la orden en su celular (yo no tenía en ese entonces).

Vamos corriendo al Ministerio de Trabajo (cuando estaba en la Av. Salaverry) con un olor a mierda. Mi amigo fotógrafo me dice en broma ‘ya estás ascendiendo, ya te han mandado a una reunión de Consejo de Ministros’. Hoy, 2008, pienso que tal vez ir despidiendo ese olor es el que se merecen recibir algunos políticos.

Al final no había tal reunión sino una firma de entendimiento entre la Cámara Peruana de Construcción y el Sindicato de Construcción Civil, para resolver el tema de las negociaciones colectivas (han pasado tantos años y tal negociación sigue). Entonces uno pierde la vergüenza por oler a bosta de establo entre el dirigente Mario Huamán, el bien trajeado Leopoldo Sheldje y el criollón (eso me pareció) ministro Jaime Zavala Costa.

Esto fue el 2001, tiempos en que Paniagua preside un Gobierno de Transición (249 días), luego de que Fujimori renunció por fax (19/11/2000), y el Congreso destituyó a Fujimori por incapacidad moral (21/11/2000). Eran tiempos donde los abogados como Corrochano eran detenidos, y tres vocales de la Corte Suprema eran suspendidos por aparecer en los famosos ‘vladivideos’

Un hito importante de estos tiempos fue cuando el Presidente Paniagua suscribió la Declaración de Chapultepec (12/02/2001), donde instó a los medios a afirmar los valores democráticos. También se publica la ley que crea la Comisión de la Verdad y Reconciliación, la cual se instala el 13 de julio del 2001 y que en el 2008 muchos se lamentan de que haya existido.

Algo que pasa siempre en el periodismo es que hay noticias que opacan a otras, un ejemplo fue el terremoto que sufrió Arequipa el sábado 23 de junio, al día siguiente fue la noticia del día hasta que a las 10 de la mañana se informó que Vladimiro Montesinos era atrapado en Venezuela, y el sismo pasó a segundo plano. Así es este trabajo.

El periodismo te acerca a varias vertientes de la realidad, y uno aprende mucho. En esta profesión uno pasa de escribir horóscopos hasta sesudos artículos de política internacional.

Hoy miércoles 1 de octubre se celebra el día del periodista peruano, entonces hacemos un alto de algunos minutos para algún brindis entre colegas, y hay que recibir los saludos de medio mundo para luego seguir recibiendo las trabas de siempre en nuestro trabajo, como el no facilitar información de las instituciones públicas en el marco de la Ley de Transparencia.

Para el periodista no existen los días feriados, pero existen grandes borracheras para celebrar este día, también son buenos los demás días luego de salir de la oficina, son testigos de esto los bares del Centro de Lima, donde la mesa de periodistas son divertidas.

Uno puede contar muchas cosas, como la existencia de los periodistas que denigran la profesión, los famosos ‘mermeleros’, los que se prestan a las cortinas de humo, los que manipulan la información, los que venden sus ideas, en fin, hay de todo.

Duerme la ciudad pero siempre hay un periodista despierto. Hasta algunos super héroes del comic son periodistas como Superman o el Hombre Araña. Aunque ahora no estoy en un medio, por mi trabajo siempre he estado cerca de ellos, esta vez desde una oficina de prensa de una institución. Un abrazo a todos los periodistas, a mi amigo Martín, Roger, Oscar, Ismael, la lista es larga.

Post data

La historia de los circos no se publicó en el diario pero se convirtió en una crónica que salió en otro periódico donde era colaborador.

Un periodista que se respeta va siempre bien presentable a trabajar, la anécdota del circo y el MINTRA es sólo para graficar las condiciones en que uno tiene que moverse a veces (y ni les digo del sueldo de aquel entonces y del engaña muchacho de los diarios que defienden a los trabajadores). Por ello en la portada va la foto que me tomó mi gráfico, y va otra tomada años después en otro lugar y en otro contexto laboral (eso para mis queridos bromistas que les gusta lo que conlleva la historia del zorrillo).

Muchas historias se quedan en el tintero, al vez deberían escribirse como alguna vez quedamos con M, escribir un libro con historias de periodistas borrachos, tramposos, mermeleros, los vagos de las redacciones, las plumas nefastas, los editores sin agallas, los colegas ignorantes, las coleguitas ricototas que le rompen el ojo a uno, los honestos a rajatabla etc. Ojalá algún día se concrete, sería muy divertido aunque a muchos les parezca poco serio, pero como dije al principio, para ser periodista hay que tener estómago y ganas de joder.



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jueves, 4 de septiembre de 2008

De la feria del libro a la feria del sexo


Es lo mismo de todos los años. Esperar a mi amigo C sentado en el paradero de Circunvalación y Javier Prado. Parezco un envase vacío esperando llenarse de algo bueno en la Feria del Libro de Lima. El año pasado me había prometido no volver porque nada me emocionaba de esta feria, pero uno promete y promete y vuelve a recaer como un adicto a las drogas. Creo que hay cierto placer en romper promesas para jodemos la vida. Uno siempre dice no vuelvo más pero regresamos porque no podemos contra la esperanza de que este año será mejor.

No se puede evitar caminar en esa procesión de los devotos del consumismo del Jockey Plaza, lugar al que sólo voy por la feria y donde nunca he comprado una mísera aguja porque todo me parece caro, pero quien puede comprar que lo aproveche.

Hay que pagar la entrada. Primera sorpresa, son dos soles y no un sol como lo anuncia el suplemento de la feria ‘Leer o morir’ (el año pasado costó un sol), tal vez los dos soles es el precio de fin de semana (es sábado 26 de julio, quién sabe). Tal vez deba recordar que estamos en época de inflación ‘importada’, tal como lo dice siempre el inequívoco Presidente Alan, la culpa siempre es de los otros y nunca nuestra.

Se ha dicho que a esta feria asisten más de 200 mil personas, o sea que el alquiler se pagó de lejos con el ingreso de las entradas; felices los del Jockey Plaza que encima tienen la concha de discriminar que autor va o no va, lo digo por el tema de los escritores presos por terrorismo que no pudieron ir a la feria a recibir un premio, en fin.

Tal vez esto haya servido para marketear la feria. Ya un preso dijo en la premiación (que al final fue en Petroperú) gracias a esto se ha despertado una nueva sensibilidad entre los medios y las personas; y el Jockey Plaza queda como el ente virreynal, reducto de blanquitos con billeteras gordas.

Otro evento que sirvió para marketear la feria, ha sido el lío entre la Cámara Peruana del Libro (CPL) y los señores de Alianza Peruana de Editores (ALPE); con la retahíla de dimes y diretes en los medios creo que hasta los más despistados se han enterado que Lima tiene una feria del libro, pobre pero honrada, diría mi jodido lado sarcástico.

Encuentro trabajando en la feria a mi amigo sanmarquino L, librero de a pie y amante de los libros, que sin anestesia hipócrita me dice que lo mejor de la feria siempre son las ponencias, a veces más que los libros en si.

Eso de que la feria impulsa la lectura no sé cuan cierto sea. Esto es en realidad un mercado donde las editoriales ponen en vitrina lo que tienen y compran los que pueden comprar. Este año lo que más se vendió fueron libros para niños ha reportado la CPL. Cuanto de estos libros vendidos se lee, ojalá todos, yo con vergüenza reconozco tener libros comprados en ferias pasadas esperando mi lectura.

Recuerdo que en años pasados compraba libros por montones (cuando la feria era en la Av. La Marina), ahora lo hago a cuentagotas, en esta 13 feria sólo compré un manual de informática, ya nada de literatura ni filosofía; ¿será acaso que me he convertido en un hombre anodino que ha salido de la feria más deprimido que cuando entró?

Otra vez me quedo con ganas de no poder comprar algunos libros por ser caros para mi bolsillo, mi stand favorito siempre es el Fondo de Cultura Económica, y por allí escondido en otro stand el diario de Pizarnik y uno que otro libro de historia y ensayos de política. Tal vez a la feria se viene a ver lo que no puedes comprar, así me dice sonriente mi profesor sanmarquino B, el cinéfilo de la eterna gorrita, al que encontré allí.

Recuerdo que hace diez años no compré un libro perfecto para adentrarse en la filosofía alemana (editado por la Universidad Peruana Cayetano Heredia), de lo cual me arrepiento pues incluso le presté el dinero a un amigo para que lo compre, y yo me llevé sólo el libro “Introducción a la literatura alemana”. Siempre busco este texto pero ya no existe. Algunas cosas que hacemos de jóvenes lo lamentamos de viejos, de viejo verde diría mi lado sarcástico.

Este año hemos estado más en plan coqueto con C, pues al ir al stand de Petroperú me era difícil sacar mis ojos de la chinita ‘rica’ que daba informes al público, no importaba que no supiera darme razón de los libros ganadores del Copé de hace algunos años atrás. Ella iluminaba ese lugar y eso era suficiente (¿trabajará en Petroperú gracias al APRA? Si es así voy corriendo a sacar mi carnet a Alfonso Ugarte).

Tampoco puedo dejar de mencionar a la vehemente vendedora del stand de Unimundo, que casi logra que le compre el libro “Lima Antigua (1562-1947)” que contiene hermosas fotografías de la Lima de ayer. Guapa la niña pero tanto ímpetu comercial me avasalló (me faltaron unos vodka para sacarle el celu creo), luego leí en un blog de Perú 21 que se llama Erika, el nombre de la chinita se las debo.

Historia aparte es el pabellón dedicado a Chile, hubo muchos libros interesantes, aunque a mi amigo C sólo le interesaba encontrar libros de historia donde se explaye sobre la posición chilena sobre la guerra del Pacífico. C, consumado antichileno, escudriñó libro por libro para ver que encontraba. Lástima que los libros que le interesaban sólo estaban en exhibición y no en venta, y eran pocos los que abordaban el tema de la guerra.

Hay que reconocer que una buena delegación de autores chilenos ha visitado esta feria. Capítulo aparte es que mi amigo C, haya intentado enamorar a una señorita chilena (sospechamos por el acento), pero con resultado fallido; aunque en el fondo sólo lo hace para vengar la guerra perdida con un ‘sexo duro’ con cualquier chilena que se le atraviese, según dice riéndose como un desquiciado.

“Esto por el Huascar, toma esto por Arica…”, dice C, mientras ensaya con la mayor discreción algunos movimientos pélvicos sexuales; y yo claro me mato de la risa, y recuerdo luego a otro amigo que también hace lo mismo pero con las ecuatorianas. Uno nunca sabe cuantos ‘heroicos’ patriotas dispuestos a todo se encuentra en estas ferias, habría que darles una medalla en vida creo.

Pero ya esta bueno de ‘terrorismo sexual’. La feria, el mercado editorial de mayor importancia según dicen todos los expertos ha cumplido su cometido, vender más este año. Ojalá pronto tengamos una feria como la de Buenos Aires o la de Guadalajara, México, ni que decir de la de Frankfurt, soñar no cuesta nada. Ojalá un día vengan autores de la talla de Tom Wolfe, Paul Auster, Günter Grass, ahora no sé si sueño o estoy terminando esta historia con ganas de joder.

Post data: Les debo lo de la feria del sexo, creo que eso fue hace 2 o uno año saliendo de la feria del libro, no recuerdo, pero siempre con mi amigo C (el hombre del falo en ristre contra toda chilena); pero como necesitaba un título socarrón no sé me ocurrió otro.