lunes, 1 de febrero de 2010

Del aserejé al Ceragem


Allí estaba yo como un asiduo de hechos extraños, en medio de una fila en su mayoría viejitos con bastón y con las fuerzas justas para subir una escalera, los huesos a punto de romperse y el cuerpo ajado lleno de dolores y con todas las enfermedades habidas y por haber. Allí estaba yo llevando el espíritu jodido de los viejitos de los Muppets.

Años atrás cuando iba al trabajo, más de una vez me asaltó la curiosidad por saber que hacían tan temprano decenas de viejitos en la puerta de un local comercial en el óvalo Higuereta. Pensé primero que era algo relacionado con jubilaciones o el famoso FONAVI; pero no, era el primer centro de terapias CERAGEM del Perú.

Ahora estaba allí en esa fila. No en Higuereta, sino en un local más cerca de mi casa, uno ubicado en San Juan de Miraflores. Había llegado donde no pensé llegar. Con el tiempo supe de qué se trataba esa cola en Higuereta y de lo que eran las terapias CERAGEM. Sabía lo necesario al menos. Pero digo que llegué donde no pensaba llegar porque siempre he sido desconfiado de estos centros ‘milagrosos’.

Llegué a CERAGEM gracias a mi primo V, pues él llevaba meses yendo a la terapia y años tratándose con quiroprácticos debido a una dolencia en la columna. Él y su mamá son usuarios y según me dicen les va bien.

Llevaba meses sin ver a V, cuando me contaron que estaba muy mal y hasta había ido a parar al hospital. Fui a visitarlo y al final no era tan grave la cosa. En esa visita es que V me engancha al CERAGEM, aunque hacía mucho tiempo que mi tía me dejaba los volantes del CERAGEM en mi casa invitándome. Pero a mí que no me gusta ir ni al médico, menos iba a ir a este lugar. Pero V me convenció. “hay monitoras ricototas”, me dijo; ya con eso no tenía escapatoria.

Hay mucha información en Internet sobre CERAGEM, así que aquí no voy hablar sobre ello; pueden entrar a www.ceragem.pe y enterarse más. Lo que puedo decir brevemente es que es un tratamiento venido de Corea del Sur, que usa parámetros orientales que tiene que ver con puntos de energía del cuerpo, donde se aplican piedras de jade calientes para mejorar y corregir malas posturas de la columna, que es el principio de muchos males.

Para ser más explícito la terapia se basa en cinco principios: quiropraxia, moxibustión, acupresión, masaje, y rayos infrarrojos lejanos y luz de helio. No soy experto en el tema así que lo dejo allí.


Lo que quiero contar es sobre el ambiente que se vive en este lugar. He ido hasta ahora a ocho sesiones y puedo decir que las personas que van han formado un grupo donde comparten algo más que la terapia, comparten su tiempo en medio de charlas, rutinas de baile y una gimnasia suave; que ya es bastante para hacer la vida de un viejo achacoso menos solitaria y no acabar como el reciente muerto fresco J.D. Salinger, apartado del mundo y maldiciendo de el (tenía que meter en este post como sea a Salinger… un escritor de la puta madre como diría yo en alguna borrachera).

Hay viejitos que hacen tai chi y hay los que hacen terapia CERAGEM. Quiero reconocer que lo primero que me llamó la atención es que la terapia no cuesta dinero, pero hay que invertir entre dos a tres horas entre una cola fuera del local y unas charlas donde las monitoras explican de que se trata esto y la terapia finalmente.

Algunos se duermen en plena charla y otros la pasan bien entre las ganas que le ponen las chicas de CERAGEM, las canciones y los chistes, es que hay viejitos chacoteros, como para no creerlo. Yo como siempre ando en silencio, e intercambiando nuestras últimas mataperradas con mi primo V.

Además de la salud física es muy importante la salud mental, y eso es lo que mejoran cuando se reúnen todos los días estas personas, en su mayoría personas de la tercera edad y con pocos recursos económicos. Las personas pueden comprar las dichosas máquinas si desean y llevar a su casa la terapia. Pero pueden venir las veces que quieran y recibir la terapia totalmente gratis.

Lo que hay aquí es una estrategia de marketing directo, el face to face, como quien dice nadie le gana a radio bemba. Pero ese es otro tema.

He ido ocho veces a la terapia y la verdad es que me relaja mucho, al menos puedo decir eso (si pudiera curar definitivamente mi gastritis e hipertensión sería lo máximo). No puedo garantizar que cura muchas enfermedades porque no soy un perito en el tema médico, pero hay muchas personas que dicen haber mejorado, y pues algo bueno debe tener para que miles de seguidores en todo el mundo digan maravillas de esta terapia.

Por mientras nos quedamos aquí con las charlas de las chicas y pasando del aserejé (entiéndase toda clase de ritmos que le hace mover a uno los huesos), a las piedras calientes y el rico masaje.

Post data. Hay que llevar un polo blanco y dos sábanas blancas y tomar mucha agua. También llevar libros y diccionarios para ir leyendo en la cola, o el MP3 lleno de canciones nuevas, las más caletas e indis para contrarrestar a tanto hermanos ‘yantén’ que nos atosigan por todos lados. Saludos a las chicas monitoras: Shirley, Rosa, Angela, Jenny, Eliana.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenos dias, Mi nombre es Carlos Armejo les doy mi cordial saludo, quisiera realizarles una consulta, cuales son los lugares de atencion, los horarios y los precios de cada consulta,
A la espera de su pronta respuesta.

Saludos cordiales

Carlos Armejo

Emilio dijo...

Hola Carlos, mira este blog no tiene relación con Ceragem, yo solo cuento lo que vi en unas visitas que hice. Puedes ver en la web de ellos y alli seguro encontraras los horarios. Pero en SJM era desde las 8 a.m. hasta las 6 p.m. de lunes a sabado, pero sábado solo hasta las 1 pm.Saludos.

Anónimo dijo...

TODO ESTO ES RRARO NADA ES GRATIS EN LA VIDAA.... ESTOS TE PIDEN ALGO A CAMBIO QUE NOSOTROS CUANDO VAMOS NI SAVEMOS QUE ES NUESTRA ALMA PRACTICAMENTW REGALAMOS NUESTRA ALMA AL DIIABLO ..............