miércoles, 19 de marzo de 2008

Ocho manos en el bar de don Lucho en Quilca


No tengo aviones para el ojo izquierdo
desliz de sonido parpadea sentido
y se rompe como el silencio en la lluvia
entonces cada pieza empieza en tus dedos y sonríe la partitura
la yerba es yesca esta noche
y tu cuerpo se centra en tu ombligo
y se pierde el silencio entre barcos ultracromáticos hacia las antípodas
de luz un océano hemisferio nuestro

2 comentarios:

Martín Vargas dijo...

es verdaderamente una pequeña obrita maestrita (y en los tres diminutivos no hay redundancia). Más órgasmos de esos y pronto tendrás menos informes que redactar.
salu2

Anónimo dijo...

KILKA,KILKA,QUILCA,DEL averno su poeta.jajaja