martes, 8 de febrero de 2011

La boda de ella tiene que ser la mejor



Lou es una mujer que debe estar frisando los treinta años. Ya no es esa chica, casi adolescente, que conocí en la vieja San Marcos, una chiquilla poseedora de una extraña calma inglesa que contagiaba y calmaba algunos de mis demonios internos por aquellos días. Hace algunos días nos encontramos personalmente –luego de casi dos años- en la Casa de la Literatura; y me ha dicho a boca de jarro: “Toma tu parte, me voy a casar; ¿no te había dicho nada?”

Aunque siempre estamos en contacto a través del MSN, esto de enterarnos de las cosas importantes de la vida –por no decir vulnerables y graves para estar a tono con mi espíritu escèptico-; uno no puede esconder el asombro por el paso del tiempo. Pronto ella será la esposa de alguien que no conozco aún, un hombre que debe haber llenado de alegrías sus días. Pero igual no puedo dejar de pensar que voy volviéndome más viejo, ya no tengo ese rostro de tomate estallado cuando las chicas me ‘golpeaban’ en la universidad y Lou se había convertido en mi confidente de la Facultad de Letras.

Nos conocimos trabajando para la universidad y hemos tenido algunas ‘consultorías’ post ‘university’ en el tema de corrección de textos. Ahora ella trabaja en el fondo editorial de una universidad privada. Por eso a veces recurro a ella cuando tengo alguna duda en el tema, pues se ha ido especializando y ha encontrado algunos errores en mis textos; aunque eso no debe ser muy difícil pues uno escribe y casi nunca corrige, algunos por flojera y otros porque supongo pensarán que son infalibles.

Me pregunto si bailará en su boda alguna canción del ‘chatígula’ Sanz, ya que ella es una fanática del español, ha ido a todos sus conciertos en Perú y alguno fuera del país; tiene hasta fotos con él y toda la cosa. Ahora que ella se casa me ha venido a la mente una vieja canción de Bobby Valentín que a la letra dice algo así:”La boda de ella tiene que ser la mejor, va a estar llena de cariño y también de mucho amor, la boda de ella siempre va ser comentada, pues va a ver mucho champán y también piña colada”.

Casi no hemos podido conversar ese día en la Casa de la Literatura, pues ella estaba ayudando en la organización y yo estaba en el ‘limbo’ por decir algo. No pude comentarle que he descubierto a una escritora: Joyce Carol Oates, con una novela que promete “La hija del sepulturero”. Que he vuelto a leer luego de un tiempo sumido en el desgano y la anomia literaria; que hasta ando leyendo a la vez a Proust con su inagotable “En busca del tiempo perdido”. Aunque al final todas esas experiencias no sean más que ruinas de otro tiempo perdido. Acaso los años felices de la universidad, donde uno se internaba en la ciudad universitaria que nos hacía olvidar nuestras vidas en la otra ciudad babilónica, Lima.

Para andar en la onda de humor negro, que a ella le gustaba y que seguro alternaba con los libros de Cerrón Palomino y las fricativas, y las clases de fonética; no he podido dejar de evocar estas líneas de la canción de Bobby Valentín:”La boda de ella tiene que ser la mejor, tu mamá estará llorando y tu papá estará gozando porque de ti ya se libró”.

Uno quisiera decir más cosas pero las deja madurar un poco más. Tal vez algún día se plasmen en un texto. Aunque no conozco a Hernán, el futuro esposo de Lou, sé que es una buena persona, pues Lou siempre ha tenido buen gusto y tino con las personas. Para terminar, un abrazo y mis deseos más sinceros de felicidad para ambos. Deberìa terminar diciendo que se va a casar la mejor amiga que tuve en San Marcos. No hay remedio nos vamos volviendo viejos, mucho más de lo que ya somos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hasta ahora no comprendo porque no te había contado lo de mi boda si ese es el tema que a todos mis amigos comento, al punto que temo estar volviéndome monotemática "me falta esto para mi boda...", "ya tengo tal cosa para la boda.." y otras frases por el estilo.
Me asombra lo que cuentas de mí, sobre mi "tranquilidad inglesa jajaja, me doy cuenta que he cambiado, debe ser por el trabajo que me estresa y me quita tranquilidad. Esa tranquilidad y paz, necesaria siempre, la encuentro en Hernán, mi complemento. No digo más que me pondré melcocha y me botas de tu blog.
Gracias por dedicarme un post, nos vemos el 5 de marzo.
Lou

Martín Vargas dijo...

buena emilio.... se evidencia que la quisiste...
saludos!

Emilio dijo...

La boda de ella tiene que ser la mejor... pero la letra de la canciòn es muy cruda en medio de tanto tumbao... ay la boda de ella yo mo la voy a perder...