jueves, 2 de abril de 2009

La historia de un gay bien macho llamado Milk


Milk, es una película que en Perú debió tener el auspicio moral de ‘grandes’ personalidades como el alcalde de Miraflores Manuel Masías o el Cardenal Cipriani; era lo menos que esperábamos los hombres del humor negro en ristre de nuestro país (cada vez más amargo que la hiel pero nuestro al fin).

¡Cómo imaginar que Sean Penn iba a darnos una interpretación tan ‘tramboya’! De Gus Van Sant qué podemos decir que no hayan dicho antes los especialistas de cine, un artesano que trabaja con historias reales que convierte en filmes que son el placer de sus seguidores, los cuales son muchos en el mundo.

Una persona común y corriente como yo o como tú (disculpa la confianza) y medianamente informada, sabe ahora de la existencia de este personaje: Harvey Milk, un hombre con ambiciones políticas declarado abiertamente gay, elegido luego como concejal de distrito de San Francisco en los Estados Unidos, además de ser un férreo defensor y activista de los derechos civiles de los homosexuales.

La película cuenta –como cualquier historia de personas que hacen política- los vaivenes por ocupar el poder, para desde allí luchar por consolidar una plataforma desde donde defender los derechos de las minorías, en este caso los gay y lesbianas (aunque uno nunca sabe cuan minorías son en el mundo).

El filme nos hace reflexionar sobre la lucha de los derechos fundamentales de las personas (en este caso de los homosexuales), quienes son vistos por los sectores que han gobernado y gobiernan el mundo desde hace un buen tiempo –los conservadores y derechistas-; como una amenaza y a los que hay que confinar y hay que acorralarlos y negarles hasta el trabajo. Por eso al final Milk (como toda tragedia griega) es asesinado en circunstancias poco claras, aunque el filme nos narra los hechos reales había que vivir en esta época y lugar y saber del contexto para saber qué pasó con Harvey Milk.

Sin duda es uno de los mejores estrenos que se puede ver en el país, habría que apurarse a verla antes de que la saquen por ‘consejo’ de los que les gusta cerrar el “Vale Todo” o algo parecido.

Sean Penn sin duda se roba la película con esos ademanes y miraditas gay, ¿cuánto le habrá costado? De un tío rudo a un delicado hombre de camisas floredas. El guión y el reparto están muy buenos, aunque se ha dicho que el papel que interpreta Diego Luna es flojo (el mexicano interpreta al amante apasionado y casi irracional, el amante reflexivo y más estable recae en James Franco); creo que Luna nos presenta un personaje venático sacado de las galeras de una cantina mexicana de arrabal, ¿o el director le pidió una caracterización así? No creo que Gus Van Sant nos vea así a los latinoamericanos, o se imagine de tal forma a un gay mexicano. ¿Cómo saberlo?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

no he visto la pela,pero q buena sinopsis has hecho,habria k verla.

Anónimo dijo...

Solo a un maricón le gustaría es porquería