jueves, 29 de octubre de 2009

Entre Faith No More y la procesión del Señor de los Milagros


Había imaginado pasarme de boleto del concierto de Faith No More (FNM) a la procesión del Señor de los Milagros, pero eso sólo quedó en el ‘quise hacerlo pero no se pudo’; pues al final no pude ir al concierto de los tíos de FNM y no pude esquivar el tener que ir a la procesión del Señor de los Milagros.

Escuché por primera vez al grupo de San Francisco, California el año 1992, en mis tiempos de estudiante de la academia pre universitaria Aduni (Jr. Huancavelica). Allí entre los profes acusados de senderistas que atraparon en la academia César Vallejo, que junto a la Aduni eran un mismo grupo; algunos amigos hablábamos en los descansos del último disco de FNM "Angel Dust", que traía el cover de The Commodores "Easy".

Ese disco nos loqueaba a mis amigos y a mí, pues traía un sonido más depurado y unas letras más trabajadas. Además el grupo se había presentado un año antes en el Festival de Viña del Mar y se decía que el año siguiente (1993) podrían llegar al Perú, pero eso quedó en nada. Hoy en día la Aduni es un grupo empresarial que reúne academias en varios distritos de Lima, colegios, institutos y hasta una universidad. Cómo has cambiado pelona. Y FNM sigue luego de un receso de diez años. En 1992 quedó la imagen del grupo que traía loco al mundo.

En mi grupo de amigos de la academia éramos tres ‘mozuelos’ los que gustábamos de FNM, y la forma de conseguir su música era entre los vendedores de cassettes de música pirata en La Colmena, en la puerta de la Universidad Villarreal. No voy a mentir diciendo que era un fanático acérrimo del grupo, pues de ser así habría hecho lo imposible por ir al concierto del martes 27 en el Jockey Plaza; pero FNM es un grupo que forma parte de mis tiempos de explorador musical, no es que no busque ahora pero en aquel tiempo uno buscaba en la calle lo que ahora los chicos lo hacen sentados en su PC descargando por Internet.

Pero sin duda FNM debe ser una de las bandas de culto que hay que ir a escucharlos para vivir lo que son. Hay una excelente crónica del concierto en el blog de un amigo sanmarquino donde pueden leer lo que fue, entren a www.leggiere.blogspot.com

Esto de estar y no estar (a la vez) en la ciudad como que me va desgastando, y nos vamos jodiendo el espíritu que es peor que todas las enfermedades juntas. Que curioso, al final no pude escapar de ir a la procesión del Señor de los Milagros. Yo que soy agnóstico tenía que darle la contra al nombre del grupo FNM. No más fe carajo y terminé en el mar morado de la fe, ahogado hasta las cangallas entre los 30 o 40 mil personas; todo porque uno debe cumplir su promesa a la novia que es muy creyente, y ni modo hay que ir y aprender lo que haya, pues de todo se aprende en esta vida.

Llegamos a las 6:45 am pero la misa había empezado a las 6:30, y decían que había habido otra antes. La fe religiosa lo puede todo dicen. Yo iba con el interés de escuchar de boca de Cipriani su rollo del aborto, pero como llegamos tarde y hasta ubicarnos me perdí de eso. Aunque en las noticias informaron que habló del tema.

Estábamos a unos cien metros de las andas del Señor de los Milagros y escuchábamos con algo de dificultad. Les aconsejaría a los señores de la iglesia que pongan los parlantes que usaron los FNM, así nadie se pierde de lo que dice el monseñor Cipriani, que con su énfasis de seguro es más temible que un vocalista de thrash metal.

La misa terminó a las 8 am. Al final no pude ir a ver a los FNM y terminé ahogado en la fe vestida de amatista. Leí que al concierto fueron unos tres mil y que remataban las entradas. Lo que le pasa a uno es de no creer. Así es la vida y al fondo hay sitio entre los cuarenta mil fieles. Perdido yo, un infiel acérrimo pidiendo no ser aplastado por los fieles moraditos.

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