lunes, 3 de mayo de 2010

Entre el faenón y la poesía



Como me viene pasando en estos últimos días, llego tarde, esta vez al auditorio de Petroperú. Es la noche deL 22 de abril, premiación de los ganadores y finalistas del Premio Copé Internacional 2009; gracias Castañuela por las obras que nunca acaban.

Llego casi corriendo. Me he perdido el discurso de Giovanna Pollarolo, en representación del jurado de poesía (entro a los 5 minutos finales), lástima, me importaba oírla por motivos personales. Continúa Ricardo González Vigil, para representar al jurado de novela. Gonzáles Vigil también llegó tarde a la mesa, y se disculpa por haberse dejado tragar por el tránsito de Castañuela.

Hacía nueve años que no volvía por aquí. De pronto el auditorio me parece pequeño, no lo recordaba así. Hay un lleno de casi el 90%. La gente de siempre supongo, y uno que otro interesado en ver caras nuevas. Recuerdo que fue hace nueve años que empecé aquí mi amistad con mi amiga Ljudevir, en una ceremonia como esta; es raro pues en la universidad nunca cruzamos palabra alguna. ¿Por qué será que pasan así las cosas?

Uno quisiera contar sobre alguna cosa que nos saque del amodorramiento en estas ceremonias académicas o de premiación, pero siempre pasa que vienen algunos discursos cortos y otros largos

Uno va con las ganas de ver algo fuera de lo común y beber unas generosas copas de vino, al final ni lo uno ni lo otro. (Que bonito que es el exabrupto en los textos, diría ahora mi lingüista amiga L).

El amigo ganador de la II Bienal de Novela, Sócrates Zuzunaga, un casi septuagenario hombre, sube al podio y saca unas hojas que amenaza leer, dice luego con voz más que pausada que pensaba escribir sólo algunas líneas para su discurso pero le vino una lluvia de ideas y que tendremos que ‘soportarlo’ (aquí alguno soltó alguna risita solapada sin saber lo que le esperaba).

Entonces se despacha con un largo discurso sobre la historia de su vida y del por qué escribe lo que escribe, y de la historia de su novela. La verdad a mí me gustaría leer ese discurso mas no escucharlo, (DESCARGABLE AHORA EN LA WEB DE PETROPERU) porque el tiempo es corto para vivir y eso de pasarse la vida en el mismo auditorio del faenón aprista como que no va esta noche, como que me acojona respirar el aire sombrío de la mermelada.

Sube luego el amigo Boris Espezúa, ganador de la XIV Bienal de Poesía, dice que será más concreto que su antecesor (alguien del público susurra que debió decir breve, pero yo pienso que tal vez sí quiso decir lo que dijo, ser concretos, ir al grano y no hablar tanta ‘wada’, pero como será la nuez).

Sigue luego el presidente de Petroperú, el tío Luis Revolledo, quien empieza diciendo que Ricardo Gonzáles Vigil le ha aconsejado decir que sólo de por clausurado el evento, pues este se ha extendido demás. Entonces surge de la modorra una risotada (por fin alguien sensato). Mas el tío Revolledo dice un discurso políticamente correcto, breve y laudatorio para los ganadores. Al final las fotos de rigor y aprovechar el tiempo para hacer lobby poético. Hablar con algunos finalistas y uno que otro jurado.

Durante la ceremonia todo era chiste y chiste con el colega de a lado, un antichileno, antisionista, aliancista y antiaprista para rematar. Entre discurso y discurso éste me decía, si no hubiera petroaudios el que hubiese entregado los premios hubiese sido el barbón Gutiérrez, y hubiésemos tenido a la tía Lemaster enseñando las piernotas enfrente, y con el tío Bieto y Rómulo detrás maquinando faenones entre los poetas, que al final son de carne y hueso (o sea corruptibles con una aceitadita). Es que hay que dar gracias de vivir en el Perú, donde sino eres choro, al menos tienes material para ser el mejor comediante de humor negro.

Al final unos jóvenes nos entregan el exabrupto que esperaba, uno grita: “liberen a don Bieto”, lo que desata una pequeña risotada. Es que no hay derecho, como tener encerrado al viejito símbolo de la pendejada criolla y el mejor floro ‘achori lisuriento’.

Días después un amigo me dice, así que te mataste escribiendo para recibir un diploma y tres vasos de gaseosa; entonces me pongo triste como un cojudo. Es que no les había dicho que era uno de los finalistas en poesía. Son cosas que pasan en el trópico.

RESULTADOS DEL PREMIO COPÉ INTERNACIONAL 2009

XIV Bienal de Poesía

Premio Copé Oro
Boris Gilmar Espezua Salmón
Poemario: «Gamaliel y el oráculo del agua»

Premio Copé Plata
Martín Zúñiga Chávez
Poemario: «Pequeño estudio sobre la muerte»

Premio Copé Plata
Carlos Rómulo Baldwin del Castillo
Poemario: «Epitafios»

Premio Copé Bronce
Luis Eduardo García López
Poemario: «La unidad de los contrarios»

Finalistas

Recorriendo el país del Marañón por Fray Lucas
Gavia por Fritz Vargas Sierra
Pasión azul por Castor
Luna en el pueblo por Alguien que anda por allá
El habitante y su sombra por Martin Edecan
1/4 extremidades por Enoc Rojas
Vaivén por Nictálope
Por estas calles de tierra menor por Catulo
Silencio en una isla tropical por E
El oscuro pasajero por Bebito marinerito
Mar de cristal por Lanes
Demonios y maravillas en el país por Paco de María
Viviendo como cuotas vencidas por Fulano de tal
Inclusiones por Triple equis
Enviado desde blackberry por Ketchito
Berlín por Nadja
Mala poesía por Calcantire

Jurado Calificador

Pedro Cateriano Delgado, PETROPERÚ S.A.
Carlos Germán Belli, Academia Peruana de la Lengua
Giovanna Pollarolo, Pontificia Universidad Católica del Perú
Arturo Corcuera Osores, Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Jaime Campodónico, Instituto Nacional de Cultura

II Bienal de Novela

Premio Copé Oro
IVÁN EDILBERTO SÓCRATES ZUZUNAGA HUAITA
Novela: «La noche y sus aullidos»

Finalistas

Ciudad delirio por Francis Macomber
El nido de la tempestad por Emilio José
Romance del loco y la flaca por El vieji
El sitio del Cuzco por Ollanta Mondragón
Mis muertos de Putis por Tayta Yoveraque
Corazón de viento por El Guayacundo
Quejas que me dejas por Alfonso Trece
Secreto de Estado por El ciudadano
La rebelión de los románticos por Carlos Bacquier


Jurado Calificador

Fernando Ampuero, PETROPERÚ S.A.
Edgardo Rivera Martínez, Academia Peruana de la Lengua
Ricardo González Vigil, Pontificia Universidad Católica del Perú
Jorge Valenzuela Garcés, Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Marcel Velázquez, Instituto Nacional de Cultura.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

E

No seas C... tú escribes por placer, por necesidad de extirpar tus demonios, no por un premio...

Oe ya e serío, solo dieron gaseositas, nada de vino aunque sea de 10 mangos

I.

Emilio dijo...

A estas alturas de la vida uno escribe, primero hablar un toque con los psychos, y si con eso se puede ganar dinero, pues mucho mejor... los que escriben tambièn pagan la luz y el agua, el fono, el celu, comen, compran ropa y zapatos, y ni que decir de los libros y las impresiones...

Lo del vino es verdad... no vi ninguna... con el 0.000% de los faenones de don bieto seguro se financiaba una borrachera para los poetas que llegaron allì con sed, y al final salieron màs misios de lo que entraron... de eso sabe el antichileno y antiaprista de mi colega...